Al AMOR de la Palabra es una velada de canto y oración creada desde los coros de la parroquia Nuestra señora de Guadalupe, en Madrid. Evangelio y canto se unen, buscando facilitar el encuentro, en lo profundo, con el Dios de Jesús, que habita en nosotros. Renovamos los contenidos y el título cada año y la llevamos gustosamente a aquellas parroquias que nos lo piden.

martes, 19 de febrero de 2019

Orar en un hospital...


     Era la primera vez que compartíamos nuestra propuesta de oración y canto fuera de una parroquia. La capilla de un hospital era un espacio desconocido, en el que intuíamos que podía suceder cualquier cosa imprevisible. A priori acudiría gente de paso, que estuviera visitando enfermos (es difícil que los propios enfermos puedan desplazarse a la capilla), o voluntarios, o personal del propio hospital... ¿Qué podía esperar de nosotros cualquiera de ellos? ¿Cómo podíamos ofrecerles algo que les confortara? ¿Cómo convertir ese tiempo, en tiempo de Dios que les llenara de paz?

     La respuesta, de nuevo, fue sencilla: nosotros solo pusimos nuestra presencia y nuestro trabajo, todo lo demás vino del Espíritu de Jesús. Y así, al compartir un rato posterior con los asistentes nos enteramos de que una monja se emocionó porque le habíamos cantado "Gracias" (de Brotes de olivo), que, sin saberlo nosotros, era el canto que le había acompañado en la tarde de sus votos, hacía ya 25 años, y tenía un balance gozoso de cada uno de esos años transcurridos... Un matrimonio de voluntarios nos decía que se les hizo corta: las canciones sonaban suaves pero hacían mella y las frases del Papa les habían calado. Otra persona, que se había reconciliado, por fin, con el recuerdo de la muerte de su exmarido, al que a pesar de todo, había acompañado en ese mismo hospital, en el momento de su muerte, hacía ya algunos años. A lo largo de la oración había conseguido perdonarle. Sabía que Dios la sostenía y no la dejaba sola...

     …¿Y nosotros? Estas son nuestras impresiones:
     - "...quienes nos acompañaron lo hicieron muy especial. Entre voluntarios y familiares de enfermos hicieron el compartir algo diferente. Sobre todo porque la mayoría acudió "como por casualidad", bien porque se acercaron a poner en manos del Padre a sus familiares o porque leyeron por casualidad el cartel o porque estaban ahí cuando empezamos la oración. Algunos, con otros planes, a última hora decidieron ir. Para mi fue un momento para dar gracias por mi nieto recién nacido. Fuera lo que fuese, hizo de esta velada algo totalmente diferente. Y muy sanador para la mayoría. Dios sí fue Emmanuel. Dios con nosotros."
     - "Estoy de acuerdo contigo. Fue algo especial."
     -"...Y yo. Hacía tiempo que no se me quebraba la voz y medio Padre Nuestro no lo pude cantar. Creo que es un sitio al que deberíamos volver."
     - "Yo me sentí muy a gusto. Veía las caras de las personas que estaban detrás de ti y me transmitían cercanía. Estábamos en una capilla y no me daba la sensación de capilla, sino de encuentro familiar. Creo que Él estuvo presente de una manera especial."
     - "Vi caras de tristeza que se confortaban e iluminaban a lo largo del encuentro."
     - "Fue un momento de dar gracias a Dios, primero por permitirme “estar” y segundo , por la bendición de encontrarme en un grupo de personas que a pesar de lo que implica el día a día de un hospital, estuvieron allí y sus expresiones lo decían todo: gracias por compartir esta hora con nosotros. No eran ellos los que tenían que agradecer, era yo la agradecida por trasmitirme una alegría y una serenidad que muchas veces están muy lejos de mí."
     En fin: GRACIAS.

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